El terremoto de Ibarra ocurrido en 1868 destruyó muchas propiedades a su paso, esta casa no fue la excepción; la reconstrucción tomó 10 años y la única parte que se mantiene original es nuestro Bar Ecuestre que debido a sus cimientos en piedra logró sobrevivir a este evento natural. Su fortaleza nos inspiró para relatar cada noche nuestros tres siglos de historia, llena de trofeos, fotografías, pinturas y elementos ecuestres; este pequeño lugar es una recopilación de todo lo importante para las siete generaciones que por ella han pasado.